Y la cena de hoy será....*Libre.*

Gran edificio...realmente no sabía cuantos pisos serían en ese lugar, pero bien, no importaba...el iba a lo que iba y ya.

La gente pasaba de un lado a otro, con bolsas en las manos y compras, unos con sus hijos tranquilamente, cuales llevaban un jugete abrazado o una paleta disfrutando, sin duda alguna lo que haría ahí sería como eso....robarle un dulce a un niño.

Sobre una de las lonas de un establecimiento de alimentos, ahí estaba en cuclillas, sobre el mero metal que hacía que la lona tuviese la forma de techo cuadricular, una toga blanca con un pantalón igual blanco y calzado de el mismo tono, todo blanco, incluso su tono de piel era de el mismo color, níveo, sus cabellos hasta la cintura y plateados, destellaban con las luces aquellos brillos que lo hacían una rareza, un par de orejas plateadas también, de zorro, elevadas en su cabeza atentas a los sonidos de su alrededor, una plateada igual, cola y afelpada zorruna tras de el, cual movimiento era suave como las brisas que la acariciaban liviano.

Una suave sonrisita se mostro en sus labios, sus dorados ojos se habían fijado en una víctima, una tienda departamental de bíberes para viajes...alimentos enlatados y demás, comidas instantáneas y varias más, si...ahí robaría ese día para poder cenar esa noche....

Sin más dio un pequeño salto y su cuerpo se desvanecía como si hubiese hecho teletransportación, pero no era eso, era su velocidad....se integró justamente en el interior de la tienda en la que urtaría y tranquilamente, dejándose ver por los humanos que atendían, cuales reacciones fueron de sorpresa e incluso temor, al tratarse de un Ayakashi, se agacharon como cubriéndose de sea lo que fuese que aquel ser pudiese hacerles, el zorro solamente sonrió antes de poder simplemente tomar una bolsa y elegir bíberes, latas de alimentos, arroz y comidas instantáneas que solo requerían agua hirviente...tomó tambien una estufa portátil y una botella de agua...y simplemente tras aquello, volvió a desaparecerse de la vista.

Se integro esta vez en una tienda que no tenía clientela pues estaba en banca rota....una tienda de lencería...¿quién querría comprar lencería en un sitio donde solo exhistían varones?....se metió en la tienda vacía y se sentó en el suelo, conectó la estufa y puso agua a hervir, preparándola para una cena deliciosa....era bueno que el centro comercial habriese incluso en las noches....

Aque día sailó a comprar algunos víveres, dejando a su madre y a su hermana en casa. Quería sacarle una sonrisa a su madre, con lo que decidió llevarle un regalo divertido. - A ver... mamá me dijo que comprara huevos... azucar, harina... zanahorias... pimientos... y... ¿Que más? Bueno da igaul... ya verás cuando vea lo que le quiero llevar... jijijijiji - Pensaba riendo algo psicóticamente en su propia mente.

Su vestimenta junto con la apariencia habitual del chico eran bastante inquietantes... un chico pálido, ataviado con ropajes negros en su totalidad, bastante anchos, con mangas que le cubrían hasta medio muslo, con una larga cabellera gris ceniza ocultando sus ojos... y una cicatriz ennorme en su rostro. Sencillamente no era muy fácil ver a gente así por el pueblo y menos con la casai insonora risita que salía constantemente de sus labios. - jijijijijijijiji. -

Finalmente llegó al centro comercial y prácticamente sin entretenerse lo más mínimo se dirigió a comprar las verduras en primer lugar, luego los huevos... y finalmente el azucar y la harina. Sin embargo en el establecimiento del al lado se oyó un poco de alboroto, sinceramente no sabía qué ocurrió... prácticamente lo único que vio fue como una especia de destello blanco salir de allí. Ciertamente no le dio mayr importancia, y finalmente terminó las compras que su madre le había encargado.

Añun no sabñia qué comprar con exactitud, aunque las dudas se le quitaron completamente cuando vio la tienda de lencería al fondo. - jijijijijiji ¿Qué sería más divertido a que abriera una cajita con unas braguitas sexy? iiiiijijijijijiji. - Susurró esto para nadie en voz baja, riendo un poco más fuerte de lo que hablaba, pero tampoco le importaban si los demás lo miraban raro por ello.

Entró en la tienda, pero... ¿y el tendero? No estaba si quiera él, solo quedaba allí dentro el ténue brillo de algo que emitía luz tras una estantería. -iiijijijiji ¿Hola? ¿Es el dueño de la tienda? - Preguntó en voz alta mientras se acercaba lentamente a la fuente de luz sin que pudiera verla aún, ni ver a su usuario.

El fuego estaba listo....el agua estaba por hervir a su punto para echárla en el alimento instantáneo y listo, la magia humana, sus inventos y cosas extrañas harían la magia y una cena exquisita tendría esa noche....sin embargo....una risa algo tétrica así como palabras llamaron su atención.

Sus zorrunas orejas se irguieron en su cabeza mientras aquella afelpada cola se mecía suave y delicada...incluso elegante, yacía tras el mostrador bien oculto, pero destellos de luz que se filtraban por las luces que dejaban prendidas en las noches le otorgaban un platino brillo innato por su pelaje, cosa que era algo notoria desde las lejanías....sus ámbar iris viraron hacía donde provenía la voz de aquel anónimo hasta ahora, sin siquiera levantarse.

-Creí que este lugar estaba en banca rota...-

Fueron sus únicas palabras, ciertamente era algo realmente extraño...aunque bien sabía que algunos aún pensaban que las mujeres exhistían, pero esas personas estaban en ese sitio...lo que había escuchado le llamaban manicomio....entonces, cabía posibilidad que el otro fuese un fugado de ese lugar....era una posibilidad.

Pero siquiera se levanto o algo, tranquilo completamente, su cola se siguió meciéndo suavemente mientras su diestra fina y nívea tomó un abanico pequeño el cual uso para dar más aire al fuego y avivarlo, así el agua calentaría más rápido.

-Y no, no soy dueño de esta tienda...-

Siguió ''concentrado'' en hervir el agua y preparar su cena....